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Jengibre - una adición fácil a la dieta diaria, puede tener un efecto positivo en los niveles de azúcar en sangre e insulina.
Desde una perspectiva científica, no cabe duda de que mantener unos niveles adecuados de azúcar en sangre es importante para gozar de una salud óptima, pero soy de la opinión de que se pueden incluir cantidades moderadas de azúcar en una dieta saludable, cuando se consume de forma responsable. Años de trabajo individualizado con clientes me han demostrado que incluir algo de azúcar en la dieta, idealmente de fuentes naturales, combinado con otros nutrientes y ejercicio, puede ayudar a las personas a evitar las consecuencias psicológicas de las dietas restrictivas y puede prevenir los excesos en los momentos de menor motivación. Además, caramelos como The Ginger People GIN GINS ayudan a las personas que sufren náuseas intensas, lo que puede permitirles ingerir una comida sustanciosa y nutritiva. Sin embargo, la diabetes de tipo 2 se ha convertido en un trastorno endocrino increíblemente generalizado y, debido a la alteración del metabolismo de los hidratos de carbono en esta población, el control de los niveles de azúcar en sangre es especialmente importante. La gestión adecuada de los niveles de azúcar en sangre, especialmente para las personas con enfermedades metabólicas, son ideales difíciles de alcanzar. Con tentadoras golosinas cargadas de carbohidratos siempre a nuestro alcance, estresantes estilos de vida "sobre la marcha" y décadas de hábitos alimentarios que pueden ser difíciles de romper, ¿cómo podemos influir razonablemente en la gestión o el riesgo de enfermedad? Por suerte, el jengibre puede ofrecer una solución.
Dado que las empresas farmacéuticas son las principales financiadoras de la investigación médica, no es habitual encontrar bibliografía de calidad sobre el efecto de determinados alimentos o nutrientes en la salud. Aunque, curiosamente, hay algunos estudios que han examinado la ingesta de jengibre en personas con diabetes tipo 2. En particular, un estudio de 2015 llevó a cabo el "patrón oro" de la investigación médica: un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo. En este ensayo, las personas con diabetes tipo 2 fueron asignadas aleatoriamente a recibir 2 gramos al día de jengibre o un placebo durante 12 semanas. Antes y después de las 12 semanas, se midieron el azúcar en sangre en ayunas y la hemoglobina A1c (una medida del control del azúcar en sangre), así como otros marcadores de enfermedades crónicas. Al final del ensayo, las personas que recibieron suplementos diarios de jengibre habían mejorado su glucemia en ayunas y su hemoglobina A1c en comparación con sus niveles iniciales.
Otro estudio similar experimentó con 3 gramos de jengibre al día frente a placebo en pacientes diabéticos de tipo 2 durante 8 semanas. Además de medir el azúcar en sangre en ayunas y la hemoglobina A1c, este estudio también evaluó los niveles de insulina en ayunas y el HOMA-IR, que es un método validado para determinar el nivel de resistencia a la insulina. En consonancia con el ensayo mencionado anteriormente, este estudio también halló una mejora de los niveles de azúcar en sangre en ayunas, hemoglobina A1c, niveles de insulina en ayunas y HOMA-IR.
Está claro que el jengibre en la dieta no "curará" la diabetes de tipo 2, pero puede ser una forma fácil y agradable de tener un efecto positivo sobre los niveles de azúcar e insulina en sangre. También es importante señalar que, aunque los estudios reseñados se realizaron específicamente en pacientes diabéticos de tipo 2, esta información es relevante para todos nosotros, ya que minimizar los picos de azúcar en sangre y mantener bajos los niveles de insulina es clave para muchas ambiciones de salud. Por último, el jengibre parece tener beneficios ilimitados para la salud, pero mi razón favorita para utilizarlo en la cocina es su sabor intenso y ligeramente dulce, que reduce la necesidad de utilizar azúcar en primer lugar.
Alexandra Rothwell Kelly es dietista diplomada con un máster en salud pública y reside actualmente en San Francisco. Se licenció en la Universidad de Nueva York y completó sus estudios de posgrado en Mount Sinai. Alexandra tiene varios años de experiencia en nutrición oncológica en el Tisch Cancer Institute de Nueva York y ha realizado investigación clínica en medicina integrativa y tecnología sanitaria. Realiza asesoramiento individualizado sobre nutrición y estilo de vida centrado en el bienestar general, la prevención de enfermedades crónicas y la supervivencia al cáncer.